Práctica: pasos ñoños

Practica

No podemos depender de la gente o de las cosas que están fuera de nosotros para cambiar nuestras emociones difíciles. ¿Por qué no? Primero, porque otra persona nunca puede experimentar o conocer verdaderamente el estado de nuestro corazón. Además, las personas son lo que el Buda llama "cosas condicionadas" Esto significa que son temporales, que van a cambiar, a desaparecer o a morir.

Como mínimo, no pueden estar disponibles todo el tiempo, por ejemplo, cuando entramos en pánico durante un examen o nos angustiamos después de una entrevista de trabajo difícil.


El Buda aconsejó a sus seguidores: "Sean una lámpara para ustedes mismos." Esto significa que podemos aprender a encender la luz brillante de nuestra mente despierta y usarla para observar con objetividad lo que está pasando en la maquinaria del yo.

Por medio de esta luz clara, podemos observar cuándo y cómo el pequeño yo no está funcionando óptimamente, y podemos aprender a arreglarlo.

Cuando aprendemos a cambiar un estado de ánimo que no es sano por nosotros mismos, en lugar de ser la víctima de nuestras emociones y pensamientos cambiantes, nos convertimos en lo que se llama en zen el "Amo o Ama de la Casa".

A través de una práctica diligente, comenzamos a confiar en nuestra capacidad para cambiar nuestros pensamientos y estados de ánimo según lo requiera cada situación.

Luego nuestro miedo de ser un ser humano que vive en medio de un constante cambio impredecible empieza a disiparse. Experimentamos el gusto de la verdadera liberación: liberación de la tiranía de nuestra mente y sus fluctuantes emociones.
Al hacer esta práctica, nos recordamos que tenemos que podemos tomarnos las cosas con ligereza. Ese andar ñoño saca nuestra mente de su preocupación por nosotros mismos y nuestros problemas y cambia la perspectiva.

El maestro budista japonés Shonin dijo que los humanos somos
'seres tontos e ignorantes". Cuando reconocemos nuestra tontería, cuando estamos dispuestos a ser tontos, se nos abren muchas posibilidades.

Práctica de Mindfulness

Varias veces por día, en especial cuando tu estado mental no sea óptimo, haz algún tipo de paso tonto o ñoño.
Los más fáciles son los siguientes: caminar hacia atrás, saltar o brincar en un pie.
Observa lo que sucede con tu estado mental o de ánimo cuando marchas de esa forma.

Como forma de acordarte puedes poner un pequeño trozo de cinta en la punta del zapato. Cuando lo veas, evalúa tu estado de ánimo en una escala de 1 a 10 (en la que 1 es "miserable" y 10 "muy feliz"). Luego haz unos pasos tontos y vuelve a evaluar tu estado de ánimo.
¿Algún cambio? Si quieres inspiración mira este video