Mindfulness en el campo

Practica

Mindfulness en el campo
No estamos acostumbrados a percibir sin poner etiquetas o hacer juicios, es decir, recibiendo únicamente lo que el presente nos entrega. Nuestra mente interpreta y cataloga de forma inmediata, impidiéndonos experimentar la vida directamente. Para vivir con más profundidad y alegría, es preciso regresar al aquí y ahora plenamente. Este ejercicio de mindfulness es una invitación para ayudarnos a estar presentes

Qué necesito
Un momento de tranquilidad, un jardín, una playa o un paraje campestre

Práctica de mindfulness
En primer lugar , camina unos minutos por por la naturaleza o en un jardín de tu ciudad mientras te enfocas en tu respiración. Quizá puedes llevar tu atención para notar la respiración abdominal, observando como el vientre se abomba con la inhalación y se retrae con la exhalación. Permite que la consciencia no controle la respiración sino que sólamente observe la respiración.

Cuando sea suficiente para tí y sientas serenidad y calma, detente y coge una hoja caída de un árbol, o una piedra que te llame la atención.

Acaríciala con mucha suavidad para sentir su rugosidad, su textura... Observa si la estás juzgando (es bonita, es fea, es vieja...) o comparando con otra que no cogiste.
Deja a un lado cualquier etiqueta que le puedas estar asignando y limítate a palparla y sentirla, entregándote por completo a esta tarea.

Permanece así durante un tiempo, el que sea necesario para ti; a continuación, suelta la hoja o la piedra y continúa con tu paseo o tus obligaciones diarias. Observa si experimentas un estado de mayor relax y si ha aumentado tu conciencia del entorno que te rodea. De ser así, intenta llevar esta forma de estar presente, de fundirte con el ahora, al resto de momentos de tu día y de tu vida en general.