Taller de postura para la meditación

Fundamentos de Mindfulness y Compasión

Los criterios principales para encontrar una postura para la meditación es que el cuerpo debe estar sujeto a la menor tensión muscular posible, y que la postura promueva un estado mental alerta pero relajado. Teniendo esto en cuenta, no existe restricción alguna para encontrar la postura adecuada. Si tienes alguna condición física o dolor crónico es importante adaptarte creativamente: ser sensible a tu cuerpo y experimentar hasta que encuentres una postura que propicie la meditación.Ten en cuenta que lo que más se adapte a ti puede cambiar dependiendo de tu condición física y dolor.

Para algunos esto implicará recostarse, para otros sentarse en una silla y algunos más encontrarán más cómodo sentarse de rodillas sobre el piso. En ocasiones puede ser necesario alterar tu postura durante una sesión de meditación, especialmente si tienes una condición en la que requieras moverte constantemente. Pero si te mueves, intenta incluir esto en tu meditación, moviéndote lo más suave y atentamente posible.

Hay 2 principios importantes que necesitas tener en cuenta al buscar una postura adecuada. La postura  debe permitir que: 

  • Estés con el cuerpo suelto y cómodo
  • Mantenerte alerta y atento

sentado en meditación

Puntos claves para conseguir una buena postura
1.  Colócate en una postura en la que te sientas cómodo.
2.  Comprueba la altura del cojín.  ¿Estas inclinando o arqueando la espalda? Haz los ajustes que sean necesarios.
3.  Las manos necesitan estar apoyadas, ya sea sobre un cojín o en sobre el regazo, para que los brazos puedan descargar su peso.
4.  Los hombros necesitan estar relajados y ligeramente hacia atrás y hacia abajo. Mover la cabeza hacia delante y atrás, hacia la izquierda y la derecha para encontrar el punto de equilibrio en la parte superior de la columna.
5.  Respira profundamente.  Conserva la sensación de elevación y apertura mientras exhalas, relajando los músculos del pecho y la espalda.  Repítelo tres veces.
6.  Mueve la pelvis suave- mente de un lado a otro hasta que consigas una sensación general de serenidad y equilibrio.
7.  Repetir la secuencia de nuevo, haciendo ligeros ajustes.  ¿Es tu postura relajada, firme, y a la vez cómoda y alerta?
8. Lo ideal es que ambas rodillas estén apoyadas en el suelo.  Si no puedes usa un cojín o manta enrollada para apoyarlas.

postura postura meditación
Una pierna delante de la otra Un pié sobre el muslo (avanzado)
postura meditación postura de meditacion
Un pie en la pantorrilla Postura del loto (avanzado)

Ilustraciones de J.Amores, josep@martiansfactory.com (todos los derechos reservados)

Recordarte también que cuando medites sentado revises la posición de la cabeza. Si la mueves hacia atrás y hacia adelante exageradamente y lentamente veras que hay un punto intermedio donde notas que la cabeza se asienta sin mucho esfuerzo en la cima de la columna.

La cabeza afecta mucho la postura ya que aunque no nos damos cuenta pesa alrededor de 8 kilos (no siempre somos conscientes de esto) y estamos acostumbrados a tensar los músculos del cuello y nuca para mantenerla erguida. Durante la meditación, si logras equilibrarla puedes soltar la tensión muscular habitual.