Después de muchos años en el mundo corporativo, ser parte de equipos ejecutivos, identifiqué que “trabajar bajo presión” o ser capaz de “aguantar niveles altos de estrés ” era y es muy “cotizado”. Esto al mismo tiempo, pude observar tiene un costo incalculable para nuestra vida, que a veces pasamos por alto porque lo exige el puesto o simplemente porque evitamos o no queremos pensar en eso.
También me he ido dando cuenta que, en el mundo de hoy (algunos lo llaman mundo VICA: volátil, incierto, complejo y ambiguo) muchas veces no se es consciente de las consecuencias que tiene el no gestionar adecuadamente el estrés: los pensamientos y las emociones que aparecen y como estos afectan directamente nuestra salud física, mental, emocional, y por ende nuestra vida personal y familiar.... Y con estos “descubrimientos” es que empiezo a explorar y experimentar el Mindfulness, con la convicción que podemos ser capaces de crear nuestro propio bienestar de manera intencional.
Como Coach Ontológico y de Negocios, tengo hoy la dicha de poder acompañar a muchas personas en su búsqueda de crear una vida balanceada. El haber vivido el Curso de 8 semanas y las diferentes fases del Profesorado en Mindfulness, ha implicado nuevas prácticas diarias, y esa recurrencia me ha permitido verlas reflejadas en la percepción de lo que me sucede, de lo que siento, el observar mis pensamientos y sobre todo estar atenta (de mis pensamientos, sensaciones y emociones) y poder elegir cómo quiero vivir las experiencias.
Para mi el Mindfulness es muchísimo más que una simple herramienta o técnica, ha sido y es un entrenamiento de la mente para mejorar mi atención y no seguir reaccionando o estar en piloto automático.
El experimentarlo ha sido un antes y un después en mi vida, hoy experimento mayor bienestar y el deseo de poder expandir esta práctica de manera responsable y amable a los diferentes ámbitos en los que colaboro.