Mindfulness, neuroplasticidad y dolor

Investigación

La práctica de mindfulness y compasión puede cambiar profundamente nuestra relación con el dolor e impedir que su manifestación crónica acabe encadenándonos al sufrimiento y la desdicha. Aunque esto es algo que se sabe desde hace 2600 años, se ha visto corroborado por los recientes descubrimientos realizados en los campos de la medicina y de la neurociencia. 

Según la IASP, "el dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o semejante a un o posible daño tisular". Además de la clásica clasificación del dolor agudo y dolor crónico hoy en día se habla de tres mecanismos biológicos primarios del dolor nociceptivo, nociplástico, neuropático. El mecanismo nociplástico está relacionado con la neuroplasticidad cerebral que en este caso juega a favor de la aparición del dolor. Gracias a la investigación sabemos que la práctica de mindfulness puede desempeñar un papel importante en la neuroplasticidad cerebral ayudando a gestionar de forma eficaz este tipo de dolor

IASPLa definición del dolor de la IASP se amplía con la adición de seis notas clave y la etimología de la palabra dolor para un contexto más amplio:

  • El dolor es siempre una experiencia personal que está influenciada en diversos grados por factores biológicos, psicológicos, y factores sociales
  • El dolor y la nocicepción son fenómenos diferentes. El dolor no puede inferirse únicamente de la actividad de las neuronas sensoriales.
  • A través de sus experiencias de vida, las personas aprenden el concepto de dolor.
  • Debe respetarse el relato de una persona sobre una experiencia como dolor.
  • Aunque el dolor por lo general cumple una función adaptativa, puede tener efectos adversos sobre la función, la vida social y bienestar psicológico.
  • La descripción verbal es sólo uno de varios comportamientos para expresar dolor; la incapacidad para comunicarse no niega la posibilidad de que un ser humano o un animal no humano experimente dolor.

Libro Tú no eres tu dolor - mindfulness¿Sabes que que nuestro programa MBPM (Mindfulness y Compasión para el Manejo del Dolor) se basa en este libro?

Libro "Tú no eres tu dolor: Mindfulness para aliviar el dolor, reducir el estrés y recuperar tu bienestar", Vidyamala Burch, Editorial Kairós

Tenemos por un lado la clasificación clásica del dolor en: (**)

El dolor agudo tiene lugar a corto plazo y suele ser la respuesta directa a una lesión. Forma parte de un sistema de alarma integrado que nos indica que el cuerpo se halla sometido a un ataque y debe cuidar la zona herida. Normalmente va acompañado de una inflamación como una hinchazón o un hematoma. La mayoría de las curaciones se completan en un plazo de seis semanas, un tiempo durante el cual también se reduce el dolor agudo. Casi todos los tejidos lesionados curan por completo al cabo de seis meses. El dolor agudo también aparece sin lesión evidente como sucede, por ejemplo, en los casos del dolor de cabeza que acompaña a una resaca o del dolor de estómago que sigue a una indigestión.

El dolor crónico dura tres o más meses. Hay veces en que ser trata de la consecuencia de una lesión que perdura inexplicablemente después de la curación tisular. También hay dolores crónicos provocados por un daño que se mantiene en el tiempo, como sucede en los casos de la artritis y el cáncer. El dolor crónico también puede originarse sin una causa específica clara. Y, cuando el dolor perdura en ausencia de daño físico continuo, se convierte en un problema médico conocido como «síndrome de dolor crónico».

El dolor neuropático tiene lugar en el sistema nervioso y sin que las exploraciones habitualmente realizadas al respecto logren identificar una causa clara. Puede ser el resultado de una lesión neuronal, cerebral o de la médula espinal. Pero hay ocasiones en las que el dolor se experimenta en ausencia de lesión o cuando la curación puntual de la enfermedad o el daño parecen haberse completado. Una posibilidad es la de que se trate de una amplificación indebida del «ruido de fondo» del sistema nervioso. Esto es algo que, según se cree, ocurre cuando el sistema nervioso responde a la experiencia del dolor dedicando más recursos al procesamiento de las señales de dolor (como sucede cuando un ordenador dedica memoria y recursos extra a una tarea importante). En este sentido, actúa del mismo modo en que lo hace el control de volumen de un amplificador que se queda «atascado en alto». El dolor neuropático también puede asumir la forma de sensaciones inusuales como quemazón, descarga eléctrica o el llamado «síndome de miembro fantasma» [que se presenta en algunos casos de amputación]. Algunas formas de acúfenos (zumbidos o «ruido blanco» en los oídos) también pueden ser considerados ejemplos de dolor neuropático.

Actualmente existe una nueva clasificación basada en los MECANISMO DEL DOLOR (***)

Existen tres mecanismos biológicos primarios del dolor (nociceptivo, nociplástico, neuropático) que pueden contribuir al dolor. Tal como lo define actualmente la IASP Estos tres mecanismos biológicos del dolor pueden verse influenciados por mecanismos psicosociales y motores (ver figura). Esto significa que factores psicológicos como la depresión podrían tener un impacto negativo sobre el dolor, o factores psicológicos como un alto nivel de autoexigencia podrían tener un impacto positivo sobre el dolor. De manera similar, el sistema motor puede tener un impacto negativo (p. ej., calambres musculares) o positivo (p. ej., liberación de endorfinas al correr) en el dolor. 

Nos interesa centrarnos en el dolor nociplastico, termino acuñado en 2017 por la IASP (International Association for the Study of Pain). Y hace referencia al dolor que es mecánicamente distinto del dolor nociceptivo (por daño tisular, inflamación, etc), o dolor neuropático (por una lesión en el sistema nervioso periférico).

El dolor nociplástico se define como "el dolor que surge de la alteración del sistema cerebral del procesamiento del dolor, a pesar de no existir evidencia clara de daño tisular real o amenazante que cause la activación de los nociceptores periféricos (receptores) o evidencia de enfermedad o lesión del sistema somatosensorial causante del dolor". Esto hace que en muchas ocasiones cuando un dolor se manifiesta de forma crónica pueda acabar conviertiéndose en un dolor nociplástico que en la práctica se manifiesta como un dolor neuropático. Parece ser que este mecanismo está relacionado con la neuroplasticidad cerebral que en este caso juega a favor de la aparición del dolor. 

Sin embargo gracias a la investigación sabemos que la práctica de mindfulness puede desempeñar un papel importante en la neuroplasticidad cerebral ayudando a gestionar de forma eficaz este tipo de dolor.

mecanismo del dolor

 

(*)  IASP Subcommittee on Taxonomy. Pain terms: a list with definitions and notes on usage. Recommended by the IASP Subcommittee on Taxonomy. Pain. 1979;6(3):249-52.

(**) Burch, Vidyamala, 2016. Tú no eres tu dolor, Editorial Kairos, Barcelona.

(***) Chimenti RL, Frey-Law LA, Sluka KA. A Mechanism-Based Approach to Physical Therapist Management of Pain. Phys. Ther. May 1 2018;98(5):302-314